19 mar 2009

Galicia tiene su casa en L´Hospitalet

Locales de ensayo, biblioteca, salas de informática, salas de canto, y por supuesto algo que no podía faltar cuando hablamos de cultura gallega, la taberna. La Casa Galega de L´Hospitalet posee unas completas instalaciones donde sus afiliados, pero también cualquier vecino que se interese por esa esquina del noroeste peninsular, pueden sumergirse en Galicia sin necesidad de salir de Riera Blanca.
La asociación ofrece múltiples actividades como cursos de gallego, baile, canto, gaita, pandereta o percusión a lo largo del año. Pero además ofrece también diversas actividades coo excursiones, viejes y otros encuentros. En octubre celebran la fiesta de la empanada. En noviembre “O Magosto”, en la que se disfruta de las castañas, fruto típico de Galicia, tras su recolección y se acaba la noche con un gran baile. Diciembre es el mes de la gran chocolatada acompañado siempre con grandes dosis de churros para despedir el año. La gran escapada a la nieve suele realizarse en febrero. Últimamente el lugar elegido es La Molina.
Y por supuesto, la Taberna Casa Galega. Es un bar-restaurante de ambiente y trato muy familiar, situado en la planta baja de la Casa Galega. Ofrece diariamente menús a un precio muy asequible y dispone también de una gran carta de tapas.

18 mar 2009

Baila tango magistralmente

El día 21 de este mes el Centro Galego de Barcelona nos vuelve a ofrecer un evento indispensable para experimentar y vivir la cultura gallega. Una clase de tango magistral, al precio de 10 € (menos para los socios). Empezará a las 21:30h y durará una hora, pero en su calendario web ya nos avisan que se bailará hasta las 2 de la mañana... 5 profesores de reconocimiento internacional se encargarán de marcar las pautas a los iniciados, y ofrecerán un espectáculo de alto nivel. Si eres de los que no pueden dejar pasar un fin de semana sin moverse al son de la música, esta es tu oportunidad.

16 mar 2009

Pulpo y carne ó caldeiro en pleno Raval


Acudimos a esta especial cita gastronómica el martes 10 de marzo a las 14:30 horas (ver foto). Estamos el grupo entero porque a los tres nos gusta comer y beber bien y nadie quiere perderse la comida en este mítico restaurante del barrio del Raval. Jordi lleva cámara al cuello, como un turista, aunque él se ve más en plan corresponsal. Raquel se encarga de tomar apuntes en su bloc. Y Suso aporta la grabadora y todo su background gallego. Entramos y pedimos mesa para tres.
El Mesón David es un restaurante gallego (con “El estilo clásico español”, según su tarjeta) situado en pleno barrio del Raval. Justo en el número 63 de la calle Carretas, que corre perpendicular al recinto de la preciosa iglesia de Sant Pau del Camp. Es un local amplio que hace esquina, sujetado por columnas de madera y combina iluminación artificial con unos grandes ventanales por los que entra la luz del día. Escogemos una mesa al lado de uno de ellos y pedimos la carta. El problema es que como el día anterior era fiesta (siempre descansan los lunes) la mitad del menú del día no está disponible. Así que finalmente optamos por una pequeña pero nutrida selección de platos típicos: pulpo á feira, carne ó caldeiro, ensalada mixta, dos cervecitas y un refresco. Luego, de postre, pedimos un mel i mató y dos pijamas Mesón (flan con helado, piña colada, melocotón en almíbar y nata, ahí es nada) y, como digestivo final, unos chupitos de orujo de hierbas y un trifásico de Baileys.
Nos atiende Óscar, un catalán que un minuto antes estaba detrás de la barra, haciendo sonar una campanita situada justo debajo de un cubo de cobre. Una pequeña tradición del lugar, el ding-ding resuena por todo el local cada vez que algún cliente generoso arroja monedas al bote.


Mientras esperamos el manjar, hablamos con una pareja mayor del barrio de Sants. Son Manel y Mª Rosa, clientes asiduos desde que lo descubrieron hace año y medio. Están comiendo a nuestro lado y enseguida entablamos conversación. Nos recomiendan el cocido y el caldo gallegos y nos hablan de otro restaurante tradicional, el Casa Ferreiro de la Riera Blanca de l’Hospitalet.
Más tarde, Óscar nos cuenta que los propietarios actuales también son catalanes. Hace tres años que compraron el negocio a los hermanos Cobo, que lo habían regentado durante tres décadas y media. Los actuales propietarios conservaron el personal de cocina, que lleva ocho años a los fogones del Mesón David, de tal manera que el cambio de dueño no supuso una ruptura con el pasado del restaurante. De hecho los cocineros no son los únicos que continuaron de la época anterior, también la empresa que suministraba los alimentos típicos (Productos Gallegos) siguió abasteciendo el restaurante de lacón, pulpo, patatas, etc. Los negocios que se dedican a tender puentes gastronómicos entre Galicia y Catalunya
son legión.
Con el vientre lleno y satisfecho, y previo paso por la caja, salimos a la calle y paseamos hacia las Ramblas en una tarde de ambiente primaveral, convencidos que se puede comer gallego en Barcelona, e
a lista é longa.

Embajadores del buen comer

No hay distancias cuando de lo que se trata es de comer bien. En Barcelona lo saben y por eso se las arreglan para traer a la ciudad productos gallegos de la máxima calidad, la mayor parte de ellos trabajan bajo el distintivo de Galicia Calidade. Ante la demanda de estos productos operan en Barcelona empresas que viven de importar todo aquello que sólo puede hacerse, curarse, pescarse o destilarse fuera de Galicia como lacón, pulpo, tartas, empanadas u orujo. La comida típica de allí, empaquetada, metida en camiones frigoríficos y mandada por autopistas, con las mínimas paradas, un par de veces por semana. El flujo es continuo para que el sabor no deje de ser el auténtico.
Su destino son ese enjambre de restaurantes, mesones, bares y demás templos del buen comer, que motean el mapa de la ciudad condal y sus alrededores. Juegan con dos impagables bazas: la calidad del producto y la confianza (fruto de años de buen trato) que generan esas empresas, casi tan antiguas como la nececidad de comer aquí, lo que se añora de allí.
Son empresas que hacen de puente entre la tierra de las empanadas y el pulpo y la patria del pà amb tomàquet, abasteciendo de productos con denominación de origen a toda España. Una de ellas es
Productos Gallegos, con los que trabaja Mesón David, y otra, también veterana es Casa de Galicia, de Elio Mariano Rodríguez y A Nosa Terra.

Casa Ferreiro, un lugar singular donde comer bien



Dejándonos aconsejar por Manel y Mª Rosa, llegamos a Casa Ferreiro, en la Calle Riera Blanca 6-8 (L'Hospitalet de Llobregat). Allí nos atiende Arturo, que es el Ferreiro propietario. A pesar de ser las cinco de la tarde, nos responde amablemente antes de comer. El restaurante, con una sala central i dos contiguas, es de tipo familiar. Sólo 7 empleados la atienden, entre ellos la mujer de Arturo (en la foto, a la izquierda).

Ferreiro es un apellido común en Galicia. De hecho, existen varios restaurantes con el mismo nombre, aunque no tan especiales como éste. Pulpo, lacón con grelos y caldo galego son los platos estrella, directamente desde Galicia, como no podía ser de otra forma. A Nosa Terra les provee de víveres autóctonos: están al lado del restaurante y son amigos desde hace tiempo.
La gente del barrio sabe que puede esperar platos de calidad, y viene en busca de buena comida y buen trato. No en vano lleban 35 años aquí, abriendo casi cada día. Por lo que respecta a los efectos de la crisis, nos confiesan que la clientela no es la misma... aunque los catalanes visitan asiduamente la casa.

15 mar 2009

"Vendo cultura gallega en Barcelona"

Se puede decir que Elio Mariano Rodríguez (Vilachá del Salvadur-Ourense, 1951) vive en Galicia sin salir de Barcelona. Toda su actividad profesional y de ocio está relacionada con su tierra natal. Es el auténtico embajador de los productos gallegos en Barcelona. Es propietario de “Casa de Galicia”, empresa que se encarga de traer los productos a Barcelona. Pero además preside también el Foro da Terra Galega en Barcelona y es miembro de varias sociedades gallegas de la ciudad como el Centro Galego o Saudade.
Llegó a la capital catalana a principios de los años 70. “Viví más años en Barcelona que en Galicia”, afirma el empresario. A través de su empresa “Casa de Galicia” suministra de productos gallegos a mayoristas y minoristas de Barcelona desde un almacén de 4.000 metros cuadrados y dos tiendas situadas en la calle París y en la calle Huelva. “Pero no solo vienen gallegos a comprar nuestra mercancía, sino también catalanes, andaluces, extremeños…” dice orgulloso Elio Mariano. Cree que el secreto es “mantener la alta calidad que tienen estos productos aunque no sean baratos”. De ello se encargan, además de la empresa de Elio Mariano, otras instaladas también en Barcelona que transportan los productos a Cataluña.
Preside el Foro da Cultura Galega desde su fundación hace ahora 10 años. La asociación otorga anualmente el premio Gallego del Año en Catalunya. Este año la elegida fue la periodista
Julia Otero. Una tradición que comenzó en 2001, año en que el galardonado fue Xesús Fernández Couselo, pionero en el transporte de productos gallegos en la década de los 60. “Creo que este hombre se merecía un homenaje” dice Elio Mariano sobre su predecesor en la promoción de los productos en Catalunya.
El Foro da Cultura no solo elige al Gallego del Año en Catalunya sino que a lo largo del año realiza también otras actividades. En Galicia tratan también de recuperar tradiciones y hacen recreaciones de trabajos agrícolas típicos como la malla o la siega todos los veranos. La próxima actividad que realizarán será una excursión a la
Ribeira Sacra (Ourense).

Escucha la entrevista completa con Elio Mariano Rodríguez.

11 mar 2009

"Hay que dotar de vitalidad a la entidad"


Conocimos a Víctor Cabral (en la foto, a la izquierda) en una de nuestras visitas al Centro Galego de Barcelona, el sitio donde decidimos empezar nuestras indagaciones. Es un tipo bajito, delgado y de pelo largo. Siempre sonriente, se encarga de gestionar toda la agenda de la institución mientras él mismo disfruta también con algunas de las actividades (costaba distingirlo entre la multitud, durante el concierto de Pesdelán). En el segundo piso de la Rambla dels Caputxins número 35 podremos encontrar a este joven, buscando abrir un diálogo entre la tradición cultural gallega y la postmodernidad barcelonesa.

¿Cómo llegaste a ser Secretario de este Centro?
Me incorporé al Centro Galego hace ya unos seis años, después de haber vivido en Barcelona otros seis totalmente desvinculado de la realidad gallega. Este fue el primer paso, acercarse a esa realidad para conocerla tras haber transitado por otras. Y la experiencia ha merecido mucho la pena.
El primer encuentro tuvo por origen colaborar en la organización de algunas actividades, al principio de manera muy puntual e ir, al mismo tiempo, (re)conociendo el espacio. Más tarde surgió la oportunidad de dar un paso más y formar parte del equipo directivo de la Entidad. Me animé a participar de la Junta Directiva presidida por Luis Lamas y ahora continúo formando parte de un amplio equipo que trabaja con muchas ilusiones por referente.

Nos comentaste que estabais haciendo algunos cambios en la organización del Centro. ¿En qué consisten y por qué eran necesarios?
El principal cambio tiene que ver con la necesidad de dotar nuevamente de vitalidad a la entidad, este es nuestro principal objetivo. Intentamos fomentar la participación de las actuales socias y socios, como mecanismo para reactivar el interés por las actividades que se promueven y se programan a lo largo del año y conocer sus preferencias, inquietudes, necesidades.
Pero también, y relacionado con su declaración de entidad de utilidad pública, procurar que se acerquen todas aquellas personas, que sin ser socias o socios, puedan estar interesados en la cultura gallega y sus diferentes manifestaciones en sentido amplio. Obviamente no sólo aspiramos a que nos acompañen en el proyecto personas nacidas Galicia o descendientes de gallegas y gallegos, pretendemos que sea un espacio abierto a todo el mundo, sin exclusión de ningún tipo.
Las actividades, tanto de formación como relacionadas con la programación anual, no tienen que ser exclusivamente relacionadas con Galicia o su cultura, buscamos también ofrecer otras manifestaciones tradicionales o contemporáneas. Aunque sin perder nuestra especificidad, Galicia.
Otro elemento a destacar es la necesidad de abrir el espacio al entorno del que forma parte, la ciudad de Barcelona y la sociedad catalana en general. Este resulta un aspecto bastante relevante. Participar desde nuestro referente identitario, de manera abierta y sin prejuicios, y aprender de otras realidades identitarias.

¿Por qué se necesita un Centro Galego en Barcelona?
En primer lugar, porque en Barcelona viven personas que se identifican con Galicia y su cultura. Personas que han emigrado a lo largo del siglo XX y ahora también a inicios del siglo XXI. Y fruto de esa identificación manifiestan interés tanto a nivel formativo como de (re)conocimiento y también buscan consumir cultura gallega. Pero también manifiestan este mismo interés muchos de sus descendientes ya nacidos en Catalunya.
Pero sabemos que otras muchas personas, que no tienen relación alguna con Galicia, también se acercan al Centro Galego.
Otra cuestión importante es la necesidad de tener un espacio de referencia de Galicia en Barcelona y Catalunya, al cual recurrir para informarse sobre la realidad pasada y presente del país. Sin ir más lejos, en las pasadas elecciones del mes de marzo muchos fueron los medios de comunicación catalanes que se dirigieron a nosotros.

¿Qué tipo de actividades tienen más éxito? ¿Y menos?
Nuestra experiencia, ahora que llevamos un año como Junta Directiva al frente del Centro Galego, nos indica que en general están funcionando bastante bien las diferentes propuestas tanto formativas como de programación. Por citar algunas de ellas, los cursos de música tradicional están teniendo enorme éxito.
También habría que destacar que aquellas que no tienen que ver directamente con Galicia también estén teniendo bastante acogida, como, por ejemplo, el ciclo de Jazz.
Lo que realmente interesa mucho en el Centro Galego es el teatro, todas las actuaciones se llenan de público.

¿Ha cambiado mucho la situación de los gallegos en Barcelona durante los últimos años?
Lógicamente si. Pero sigue habiendo mucha emigración gallega, y este es un fenómeno bastante poco conocido y que sigue provocando un importante desequilibrio en Galicia. En esto la situación de los gallegos en la ciudad no ha cambiado en estos últimos años.
Si que habría que destacar la irrupción y consolidación de nuevos espacios de acción y creación, con capacidad crítica, diferenciados de la tradicional red de centros regionales gallegos y la Federación de Entidades Gallegas de Cataluña. Y que se caracterizan por manejar un concepto de identidad más dinámico, más abierto y que intenta escapar al esencialismo y folklorismo. Y que se caracterizan, además, por promover una visión de la cultura como una herramienta de crítica y transformación de la realidad y mediante la cual se fomente, así mismo, la participación.

¿Qué planes de futuro tienes en Barcelona?
Los mismos que en el ámbito rural o en cualquier otra parte. Lo construyo día a día.

¿Hay algún lugar en Barcelona que consideres como tu “refugio gallego”?
Escapo del concepto de “refugio” siempre que puedo, no me gusta, sino es por obligación y contra mi voluntad, refugiarme de nada ni en ninguna parte. Prefiero participar y disfrutar abiertamente en todo lo que pueda.

Nos gusta conocer las preferencias culinarias de nuestros entrevistados.Si tuvieras que escoger un plato gallego, ¿cuál seria tu preferido?
Me decanto por el cocido galego.

5 mar 2009

"Los jóvenes gallegos ya no saben hacer un cocido"


Covadonga Gómez es una de tantas personas que piensan en gallego, hablan en castellano y viven en catalán. Nació en Viana do Bolo (Ourense) pero desde hace 37 años reside en Barcelona. Regenta un establecimento de productos gallegos en el carismático barrio del Born. Se llama "Ca la Covi" y está situado en el número 20 de Giralt el Pellisser.

¿Cómo surge la iniciativa de montar una tienda de productos gallegos?
Junto con mi marido que también es gallego, de Fornelos de Montes, teníamos un bar en el Born muy cerca de aquí. Era un trabajo muy sacrificado y llevábamos ya muchos años al pie del cañón. Los hijos no quisieron seguir con el negocio familiar así que un día decidimos cambiar y montar algo que fuera más descansado porque vamos teniendo ya una edad.

¿Cuánto tiempo hace que tienen abierto el establecimiento?
Va para cuatro años.

¿Tienen buena acogida la "materia prima" gallega en Barcelona?
Los productos gallegos tienen muy buena fama, sin embargo ya no se vende como antes. Nuestra clientela era sobre todo gente mayor que ya no está aquí. Unos porque tras jubilarse han vuelto a Galicia porque les tira la "morriña" y otros porque ya han muerto.

¿Cuáles son los que tienen una mayor salida?
Sobre todo los embutidos, y ahora en época de carnavales especialmente el lacón. De todas formas ahora la gente no cocina como antes. La mayoría de los jóvenes gallegos de hoy día no saben hacer un cocido. Aunque nos gustaría, no podemos vivir solamente de la venta de productos gallegos y nos vemos obligados también a recurrir a otros de otras regiones y también de Cataluña.

¿Cómo se las arreglan para traer a Barcelona toda la mercancía?
Todas las semanas vienen camiones desde Galicia que nos traen las cosas. Otros productos más perecederos vienen a diario. Por ejemplo el pan llega todos los días a través de MRW. Antes nos lo traían de Xinzo de Limia y ahora de Ourense.

¿Qué tipo de clientela frecuenta su establecimiento?
Tenemos una clientela fija que es gallega en su mayoría. Pero también viene gente que está de paso por el barrio y bastante turista. Ahora que estamos en carnavales tenemos "cacheiras" expuestas en el escaparate y no veas la cantidad de turistas que se hacen fotos con ellas.

Barcelona a la gallega tiene por costumbre indagar sobre los gustos gastronómicos de nuestros entrevistados. ¿Cuál sería su plato gallego favorito?

Podría decirte dos. Uno, lo que en mi comarca llamábamos "butillo" que es el hueso del espinazo o la costilla del cerdo adobados. Y otro podía ser el pulpo que también me gusta mucho.

4 mar 2009

“Los entroidos (carnavales) son tan espectaculares como en Catalunya, pero aquí los venden mejor”


Esta vez, en BCN a la gallega hemos querido mirar al otro lado del espejo (lo catalán en Galicia) y para eso hemos contactado con el estudiante de Historia, Joan Pérez (Martorell, 1978), que este curso está en Santiago de Compostela, becado por la Universitat de Barcelona (UB). El año pasado echó una solicitud para irse a Granada con la beca Séneca, que es como la Erasmus pero con destinos españoles, y se la concedieron, aunque para Santiago, que era su segunda opción. Hoy es uno de los cinco estudiantes que la UB tiene becados en la capital gallega.

¿Qué hace un catalán en Galicia?
Lo mismo que en Cataluña pero más barato. No, en serio: estudiar y aprovechar la oportunidad de vivir un año sin trabajar con la excusa de estudiar algunas asignaturas en otro lugar de España. La verdad es que Compostela no fue mi primera elección, pero a día de hoy estoy contento y me parece una ciudad realmente interesante. Tiene de todo y lo tiene cerca, puedes desplazarte andando y siempre te sorprende con un rincón entre callejuelas, un festival de cine, un frondoso parque o un bar de tapas que no conocías…

¿Percibes algún tipo de conexión galaico-catalana o viceversa, por aquello de las comunidades con lengua y cultura propias?
Cuando oigo la frase "galaico-catalán" lo primero que me viene a la mente es ese gran humorista, actor y director de teatro recientemente desaparecido, Pepe Rubianes. No hace demasiado tiempo pasé una lluviosa tarde en Vilagarcía de Arousa, su pueblo natal, y me dio por pensar en él y en otro ilustre vecino del mismo pueblo, Valle-Inclán. Algo debe tener esa localidad si han salido de ella semejantes "craneos privilegiados". Pero centrándome en la pregunta diría que sí, claramente: aquí percibo cierta admiración hacia Catalunya, similar a la que sentimos muchos catalanes hacia Euskadi, a nivel político, social, musical o turístico. Cuando un gallego se entera de que eres catalán la respuesta suele ser una sonrisa cómplice y un cambio automático al gallego, ya que saben que viniendo de Catalunya tu interés por su lengua será mayor que el de cualquier otro español.

¿Crees que nos parecemos, catalanes y gallegos?
Sí, en ese sentimiento de pertenencia a un pueblo oprimido por un estado opresor/invasor mucho mayor que el nuestro y que toma decisiones que nos afectan mucho, desde una distancia de 500km, y desde un desconocimiento, creo que voluntario, casi total de nuestra realidad social y cultural. Siempre estamos en la disyuntiva de hablar una lengua, la nuestra, u otra, la de ellos, y acabamos aceptando que para no tener problemas es mejor elegir el castellano a la hora de hablar con alguien de fuera, venga de dónde venga, sin darnos cuenta de que así no se ayuda al mantenimiento ni al crecimiento de la lengua propia, ya sea Catalán o Gallego. Eso sí, hay que dejar claro que tanto en Galicia como en Catalunya hay mucha gente que por un motivo u otro no piensa así y se siente tan español como gallego/catalán, o incluso solamente español.

¿Cómo has vivido la campaña electoral?
Lo que más me ha sorprendido son las pegatinas, por todas partes, principalmente de los dos partidos mayoritarios. El hecho de estar en Santiago ha hecho que haya podido ver muchos mítines y presenciar actos de apertura o cierre de campaña de cualquier partido. En sí, la campaña me ha parecido sucia e hipócrita, como la de cualquier lugar, pero el hecho de ver y sentir que el caciquismo que creía olvidado sigue presente en el día a día de los gallegos me ha sorprendido y aborrecido. No pensaba que en el año 2009 la situación política de esta tierra pudiera estar como 20, 40 o incluso 100 años atrás.

¿Preveías la mayoría del Partido Popular?
Precisamente, sí, aunque eso no significa que lo deseara. Dejando a un lado la influencia de las redes caciquiles, que son muchas y muy extensas, hay que señalar que el desencanto con el bipartito ha sido mayúsculo ya que no han sabido dar solución a problemas endémicos de Galicia, ni a problemas comunes con el resto de la comunidad occidental, como la crisis económica o el aumento del paro. Tampoco han sido capaces de salir al paso de cuantas mentiras ha soltado la maquinaria conservadora, tanto a nivel político como mediático. Abstención, voto oculto, indecisos de última hora... Todos estos factores unidos a mi pesimismo habitual me hacían esperar la mayoría absoluta del PP que las elecciones, tristemente, nos han dejado.

¿Cómo se vive en Galicia con una beca, en tiempos de crisis?
Fatal. Porque aparte de ser un poco escasa nunca llega con la puntualidad necesaria para poder llevar una economía ordenada. Eso sí, seguro que aquí se vive mejor con una beca Séneca de lo que debe vivir un gallego en Barcelona, sin duda. El precio de la vivienda es determinante para ello. Aquí encuentras piso por una tercera parte de lo que te piden en Barcelona, o incluso menos.

Volviendo a la diversión, ¿los "entroidos", son realmente tan espectaculares?
Antes de responder debo decir que nunca he sido fan de disfraces, teatro y demás cosas parecidas. De niño hacía todo cuanto podía para no tomar parte en este tipo de fiestas y celebraciones. Dicho esto, sí, he asistido y participado en diversos "entroidos", o "antroidos" como dicen otros. A los de Compostela, A Coruña y Xinzo de Limia, este último uno de los más reputados del país, y me han parecido tan espectaculares como puedan ser los de cualquier ciudad mediana de Catalunya, eso sí, la fiesta dura más y la saben vender mejor.

¿Cómo llevas "el galego"?
No sabría qué decir. Diría que lo llevo bien, lo leo y lo entiendo a la perfección, pero hablarlo me cuesta un poco más, ya que aparte de no haberlo estudiado todavía, justo hace una semana he comenzado un curso de "galego para non galegofalantes", esa multitud de terminaciones en "-iña" me dan la impresión de ser lo que hablaría un español que quisiera parodiar a un gallego y tengo miedo de ofender a mi interlocutor. Espero que antes de volver a casa en julio sea capaz de mantener una conversación en gallego sin demasiados problemas ya que me parece una lengua tan bonita y respetable como pueda ser cualquier otra, y, ya que me gustaría que quien vive en Catalunya hablara catalán, no seré yo el que esté aquí y no "fale galego".

¿Y las gallegas?
¡Ufffff! Menuda preguntita. Pasapalabra. ¡Jajaja! Tan sólo diré que las gallegas son muy guapas y simpáticas y que les gusta mucho la fiesta, pero al vivir en una ciudad básicamente universitaria y turística la mayoría de chicas que conoces no son gallegas, son de Francia, Polonia, Argentina, Alemania, Catalunya, Japón, Australia, el atlas completo...

Es tradición que a todos nuestros entrevistados les pidamos su plato gallego favorito, ¿cuál sería el tuyo?
La lista es muy larga. Aquí se come muy bien y muy variado. Hasta la verdura parece que sepa distinto. Y, acostumbrado a Barcelona, aquí todo te sabe delicioso cuando pides una caña o una copa de vino y te ponen una tapa de cualquier cosa, ¡totalmente gratis! ¡Jajaja! Por citar algunos de los manjares que he conocido diría que me quedo con el "polbo a feira", que parece exquisito, el queso "de tetilla", que no por blando, barato y poco curado ha de ser peor que los otros, y con las "filloas" y los "tequeños" que hace la madre de una amiga de Coruña.

2 mar 2009

Muere a los 61 años el actor Pepe Rubianes

Ayer murió de un cáncer de pulmón el actor Pepe Rubianes. Nacido hace 61 años en Vilagarcía de Arousa [como uno de los integrantes de este blog], Rubianes vivía y trabajaba aquí, en Barcelona, cuando no estaba viajando por África, por ejemplo, que era uno de sus destinos más amados.
Como él mismo solía decir, era un actor galaico-catalán, “y digo galaico porque nací en Galicia, aunque casi nunca he vivido allí, y catalán porque he vivido siempre en Catalunya, aunque nunca he nacido aquí”. Y por eso hemos querido postear en memoria suya, y sumarnos a todos y todas aquellas que hoy lo lloran pero no lo olvidarán jamás, él que siempre nos hizo reír y -lo que es aún mejor- pensar.
Con él se va uno de los más grandes actores cómicos del país. Un torrente verbal, irónico, gamberro y malhablado, sincero y certero, cachondo, romántico, libre, único e irrepetible.